Por: Psic. Milányela Lozano
Constantemente nos encontramos en un diálogo interno que nos puede llevar a la mayor de las desesperanzas sobre nuestras capacidades, tener una visión negativa del presente o del futuro. O nos permite salir a flote, ampliando nuestras posibilidades y planos de acción.
Un buen comienzo para transformarnos positivamente y tener cambios contundentes en nuestro entorno, es ser plenamente consciente de cómo estamos conversando con nosotros mismos y de cuáles son sus consecuencias; ya que configuran lo que sentimos y cómo actuaremos en consecuencia.
Conozcamos algunas conversaciones que posibilitan nuestro desarrollo
personal:
1. Conversación de juicios y explicaciones: interpretamos todo lo que nos sucede y construimos juicios sobre las situaciones: podemos distorsionar o tener ideas limitantes y automáticas que son recurrentes porque se han configurado a lo largo de nuestra historia.
Usualmente, terminan en conductas evitativas o defensivas ante el entorno o generan un espacio que sirve para entender por qué nos decimos eso, dónde nació esa idea o cómo lo he confirmado inconscientemente. Podemos cambiarlas por auto verbalizaciones basadas en nuestras fortalezas. Sin embargo, este diálogo por sí solo no lleva a la acción.
2. Conversación para la coordinación de acciones: involucra a otras personas y facilita los cambios, al plantear una petición o aceptación de una promesa. Se enmarca en el vínculo con el otro y en el potencial que todos tenemos como agentes de transformación. Reemplacemos las conversaciones internas negativas, por otras más realistas y funcionales.
Esto nos permitirá trabajar en equipo y lograr resultados desde la ambición y el entusiasmo, fortaleciendo nuestra autoestima.