Lasix

Presentaciones
LASIX 20 mg COMPRIMIDOS
LASIX 40 mg COMPRIMIDOS

Principio(s) Activo(s)
Furosemida

Código ATC
C03CA.01

Grupo Farmacológico
Diuréticos de techo alto

Categoría:

Descripción

VÍA DE ADMINISTRACIÓN
Vía oral.

PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS

Farmacodinamia
La furosemida es un diurético de techo alto perteneciente al grupo de las sulfonamidas usado para el tratamiento de la hipertensión arterial y para el manejo del edema asociado a insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad renal y cirrosis hepática.

Aunque no se conoce con exactitud su mecanismo de acción, se cree que interfiere el funcionamiento del sistema de co-transporte sodio-potasio-cloruro (Na+ /K+ /Cl2- ) en las células luminales de la rama ascendente del asa de Henle, inhibiendo con ello la reabsorción local de dichos iones. La acción da lugar a una orina de elevada osmolaridad y a la incapacidad del riñón para reabsorber el agua, aumentando en consecuencia su excreción (diuresis). Favorece también la excreción renal de calcio, magnesio, hidrogeniones, amonio, bicarbonato y, posiblemente, fosfato. No inhibe a la anhidrasa carbónica ni antagoniza a la aldosterona.

Farmacocinética
La furosemida se absorbe en un 60-64% en el tubo digestivo y genera un efecto diurético apreciable a los 30-60 minutos que alcanza su máxima intensidad en 1- 2 horas y persiste por 6- 8 horas. La presencia de alimentos puede enlentecer la absorción pero sin afectar la respuesta diurética. Cuando se administra por vía IV el efecto comienza a los 5 minutos, se hace máximo a los 20-60 minutos y se mantiene por aproximadamente 2 horas. Con la administración IM el inicio de acción es más tardío. Exhibe un volumen de distribución de 0.1-0,2 L/Kg. Se une a proteínas plasmáticas en un 95-99%.

Difunde a la leche materna y atraviesa la barreara placentaria. Se metaboliza parcialmente en el hígado a productos inactivos que se excretan, junto a furosemida intacta, en un 50-80% por vía renal (mediante filtración glomerular y secreción tubular) y el resto por las heces.

Su vida media de eliminación terminal oscila entre 0.5 y 2 horas y se prolonga en pacientes con insuficiencia renal y/o hepática.

Información pre-clínica sobre seguridad
Los ensayos de carcinogenicidad en ratas y ratones de ambos sexos expuestos, respectivamente, a dosis orales de furosemida aproximadamente equivalentes a la dosis máxima recomendada en humanos (DMRH) y hasta 17.5 veces superiores a ésta, revelaron una incidencia incrementada de tumores poco comunes en las ratas machos y de carcinomas mamarios en los ratones hembras.

Las pruebas de mutagenicidad realizadas con furosemida en cepas de Salmonella typhimurium con y sin activación metabólica y de Saccharomyces cerevisiae resultaron negativas, al igual que en el ensayo de intercambio de cromátidas hermanas en células humanas. Sin embargo, se registraron resultados positivos dudosos o no concluyentes en los ensayos de mutación genética en células de linfoma de ratón, de intercambio de cromátidas hermanas en células de hámster chino y de aberración cromosómica en células humanas y de ratón.

Los estudios de reproducción en conejos mostraron mortalidad fetal e incrementos en la tasa de abortos con dosis equivalentes a 2-4 veces la DMRH, las cuales también resultaron maternotóxicas. En ratones se observó hidronefrosis en los fetos. No hubo evidencias de teratogenicidad en ratas, ratones ni en conejos y no se reportaron trastornos o alteraciones de la fertilidad en ratas.

INDICACIONES

Tratamiento del edema. Hipertensión arterial.

POSOLOGÍA

La dosis debe individualizarse en función de la respuesta clínica, procurando siempre el uso de la dosis efectiva más baja posible.

Dosis Edema
Adultos: Dosis de 20 – 80 mg. En caso necesario, repetir la misma dosis o incrementar 20 – 40 mg/dosis y administrar cada 6 – 8 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada. En pacientes con edema severo podrían requerirse hasta 600 mg/día.
Niños: Dosis simple de 2 mg/Kg. En caso necesario, incrementar 1-2 mg/Kg/dosis y administrar cada 6-8 horas hasta obtener la respuesta diurética deseada o alcanzar un máximo total de 6 mg/Kg.

Hipertensión Arterial
Adultos: 40 mg por 2 veces al día. En caso de respuesta insuficiente, combinar con otro antihipertensivo

Dosis Máxima Diaria
Adultos: 600 mg/día.
Niños: 6 mg/Kg/día.
Hipertensión arterial Adultos: 80 mg/día.

Dosis en Pacientes Especiales
Insuficiencia renal:
En pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica se deben emplear dosis más elevadas que las usuales para lograr el efecto diurético deseado.

Podrían resultar necesario hasta 1-3 g/día. Insuficiencia hepática:
No descrita la necesidad de ajustes de dosificación.

Ancianos:
Dado que estos pacientes son más propensos a los efectos adversos de los medicamentos y, por lo general, tienen mayor probabilidad de presentar limitaciones funcionales y depurativas que podrían complicar el tratamiento e incrementar los riesgos, se recomienda en ellos iniciar con la dosis más baja del rango terapéutico (20 mg) y ajustar, en caso necesario, conforme a la respuesta clínica.

MODO DE EMPLEO

Administrar por vía oral con agua, preferiblemente con estómago vacío (1 hora antes o 2 horas después de una comida) y a las mismas horas del día durante todo el tratamiento.

ADVERTENCIAS

Generales
La furosemida en dosis elevadas puede causar diuresis excesiva con depleción considerable de agua y electrolitos que, en algunos casos, puede conducir a complicaciones graves. Por ello, su empleo debe ser objeto de una estricta supervisión médica y dosificación individualizada conforme a las necesidades particulares de cada paciente, según la condición a tratar.

Debido a la posibilidad de alteraciones electrolíticas (como: hipopotasemia, hiponatremia, hipomagnesemia, hipocalcemia y alcalosis hipoclorémica) asociadas al uso de la furosemida, durante el tratamiento se deben vigilar periódicamente los electrolitos séricos (en especial potasio, sodio, cloruro, bicarbonato y magnesio) y, en caso necesario, aplicar las medidas correctivas pertinentes para restituir los valores normales. Ello resultará particularmente importante en pacientes con diuresis excesiva, vómito, diarrea, enfermedad hepática y/o renal, terapia digitálica y en ancianos. Dado que en pacientes cirróticos la alteración brusca del balance electrolítico puede precipitar un coma hepático, se recomienda en ellos iniciar el tratamiento en un centro hospitalario, con vigilancia continua de la condición clínica y los electrolitos séricos. En algunos casos podría ser necesaria la administración de cloruro de potasio o antagonistas de aldosterona para prevenir la hipopotasemia y la alcalosis metabólica.

Adicional al control periódico del balance electrolítico, durante el tratamiento se debe evaluar con frecuencia el funcionamiento hepático y renal en todos los pacientes y vigilar los parámetros hematológicos.

Los pacientes deben ser informados de los síntomas de un desbalance hidroelectrolítico (boca seca, sed, debilidad, letargia, somnolencia, cansancio, confusión, oliguria, dolor y/o fatiga muscular, calambres, hipotensión, taquicardia, náuseas y vómito) a objeto de que notifiquen al médico si éstos se presentan.

Si durante el tratamiento de una enfermedad renal progresiva se presenta azotemia u oliguria se debe suspender la medicación.

Con el uso de furosemida se han reportado trastornos auditivos que incluyen la posibilidad de sordera irreversible. La experiencia en tal sentido revela que el riesgo es mayor con el uso de dosis superiores a las usuales, con la inyección IV rápida del producto y en pacientes con disfunción renal severa, hipoproteinemia y/o terapia concomitante con fármacos potencialmente ototóxicos (como: aminoglucósidos, macrólidos, salicilados, polimixina B, vancomicina, antimaláricos y cisplatino, entre otros). Por ello, si durante el tratamiento se presentan síntomas sugestivos de una alteración de la función auditiva, se debe suspender el uso del producto y evaluar la condición.

Los pacientes deben ser informados al respecto a objeto de que notifiquen al médico si ello ocurre.

Dado que la furosemida puede causar hiperglicemia y alterar la tolerancia a la glucosa en pacientes diabéticos, podría resultar necesario ajustar la dosis de los hipoglicemiantes orales o de la insulina. Debido a ello, se recomienda usar con precaución en estos pacientes y vigilar periódicamente la glicemia. Los pacientes deben ser advertidos de la posibilidad de hipotensión postural debida al tratamiento y de cómo proceder si ésta se presenta.

Para minimizar el riesgo de hipopotasemia durante el tratamiento se debe aconsejar al paciente la ingesta de alimentos ricos en potasio y, en casos graves, considerarse la administración oral de suplementos de potasio. La furosemida puede aumentar los niveles séricos de ácido úrico y causar hiperuricemia. En pacientes susceptibles podría precipitarse un ataque de gota.

En los pacientes con dificultad urinaria o retención (por trastornos del vaciamiento vesical, hiperplasia prostática o estenosis uretral) el aumento en la producción de orina debido a la furosemida podría agravar la condición. Por tal motivo, dichos pacientes deben ser cuidadosamente observados, en especial durante la fase inicial del tratamiento.

El uso de furosemida puede provocar en algunos pacientes vértigo, mareo, somnolencia y confusión, lo cual podría comprometer la capacidad y/o habilidad para conducir vehículos u operar maquinarias. Ello resulta particularmente factible al inicio del tratamiento, durante los ajustes de dosificación y con el consumo de bebidas alcohólicas. Los pacientes deben ser informados en tal sentido a objeto de que tomen las previsiones que correspondan.

PRECAUCIONES

Se recomienda usar con precaución en pacientes con hipersensibilidad a sulfonamidas debido a la posibilidad de una reacción cruzada.

Los pacientes deben ser informados del riesgo de fotosensibilidad asociado a la furosemida y de la importancia de evitar en lo posible la exposición prolongada o innecesaria a la luz solar mientras dure el tratamiento.

Debido las múltiples interacciones de la furosemida, se recomienda consultar fuentes especializadas antes de usar este producto en combinación con otros fármacos.

Embarazo
Aunque no se ha evidenciado teratogenicidad en los ensayos experimentales con furosemida, no existen estudios clínicos adecuados que demuestren su seguridad en mujeres embarazadas. No se administre durante el embarazo o cuando se sospeche su existencia, a menos que a criterio médico el balance riesgo/beneficio sea favorable.

Lactancia
Dado que la furosemida se excreta en la leche materna y no se dispone de información sobre su seguridad durante la lactancia, se recomienda evitar su administración en ese período. En caso de ser imprescindible su uso por no existir otra alternativa terapéutica, suspéndase la lactancia mientras dure el tratamiento.

CONTRAINDICACIONES

Hipersensibilidad a la amilorida o a los excipientes de la formulación. Alteraciones hidroelectrolíticas no corregidas. Estado comatoso o pre-comatoso asociado a encefalopatía hepática. Anuria.

REACCIONES ADVERSAS

Trastornos del sistema sanguíneo y linfático
Trombocitopenia. Eosinofilia, leucopenia. Agranulocitosis, anemia hemolítica, anemia aplásica.

Trastornos gastrointestinales
Nauseas, vómito, diarrea, estreñimiento, irritación o dolor gástrico. Pancreatitis.

Trastornos hepato-biliares
Aumento de transaminasas, colestasis, ictericia.

Trastornos del metabolismo y de la nutrición
Deshidratación, hipovolemia, desbalance electrolítico, aumento de triglicéridos séricos. Hiponatremia, hipocloremia, hipopotasemia, hipercolesterolemia, hiperuricemia; ataques de gota.
Hiperglucemia. Anorexia. Hipocalcemia, hipomagnesemia, alcalosis metabólica.

Trastornos endocrinos
Disminución de la tolerancia a la glucosa.

Trastornos renales y urinarios
Aumento de creatinina sérica, glucosuria. Nefritis intersticial. Aumento de sodio en orina, aumento de cloro en orina, aumento de urea en sangre, retención urinaria, obstrucción del flujo urinario, espasmos vesicales.

Trastornos cardiovasculares
Hipotensión ortostática. Vasculitis. Trombosis.

Trastornos del sistema nervioso
Encefalopatía hepática en pacientes con insuficiencia hepatocelular. Mareo, vértigo, somnolencia,
confusión, parestesias, cefalea.

Trastornos musculoesqueléticos
Espasmos musculares, calambre de miembros inferiores, debilidad.

Trastornos del oído y laberinto
Tinnitus, hipoacusia, pérdida transitoria o irreversible de la audición.

Trastornos oculares
Visión borrosa, xantopsia.

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Erupción, prurito, urticaria, eritema multiforme, exantema bulloso, dermatitis exfoliativa, fotosensibilidad, púrpura. Síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, pustulosis exantemática generalizada aguda, síndrome de erupción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos.

Trastornos del sistema inmunológico
Reacciones anafilactoides y anafilácticas (incluyendo shock). Inducción de lupus eritematoso sistémico (o su exacerbación si ya existía).

Trastornos generales
Fiebre, astenia.

INTERACCIONES

Con medicamentos, alimentos y bebidas
El efecto depletor de potasio de la furosemida puede ser potenciado por la coadministración de medicamentos que producen hipopotasemia, como: corticosteroides, corticotropina (ACTH) y anfotericina B, entre otros.

El uso de furosemida en combinación con otros antihipertensivos, incluyendo diuréticos, puede dar lugar a un efecto aditivo y a la necesidad de ajustes de la dosificación.

El uso combinado de furosemida con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o con antagonistas de los receptores de angiotensina II puede conducir a hipotensión severa y deterioro de la función renal.

El uso concomitante de furosemida y agentes potencialmente nefrotóxicos, como aminoglucósidos, cefalosporinas y cisplatino, entre otros, incrementa el riesgo de lesión renal.

La furosemida puede incrementar el riesgo de ototoxicidad asociado a los aminoglucósidos o a otros medicamentos con ese potencial.

La hipopotasemia y la hipomagnesemia inducidas por furosemida pueden favorecer la toxicidad cardíaca de los digitálicos y fármacos que prolongan el intervalo QT.

El uso de furosemida en combinación con depresores del sistema nervioso central como el alcohol, los barbitúricos y los narcóticos, incrementa el riesgo de hipotensión ortostática.

Debido a su potencial para elevar los niveles séricos de ácido úrico, la furosemida podría disminuir el efecto uricosúrico del probenecid. Así mismo, su combinación con fármacos que reducen la excreción renal de uratos, como la ciclosporina, podría ocasionar una artritis gotosa secundaria a hiperuricemia.

La furosemida puede disminuir la depuración renal del litio e incrementar sus niveles séricos y riesgos de toxicidad.

Debido a competencia por los sitios de excreción renal la furosemida puede incrementar los niveles séricos de los salicilados y causar toxicidad. La indometacina puede reducir el efecto natriurético y antihipertensivo de la furosemida. Adicionalmente, se ha descrito que en pacientes con deshidratación o hipovolemia debidas al uso de diuréticos, la inhibición de la síntesis de prostaglandinas generada por los anti-inflamatorios no esteroideos puede comprometer la perfusión  renal y conducir a insuficiencia renal aguda.

El sucralfato, la colestiramina y el colestipol pueden reducir la absorción gastrointestinal de la furosemida y comprometer su eficacia terapéutica. La fenitoína puede reducir la biodisponibilidad de la furosemida y disminuir su el efecto diurético.

En pacientes diabéticos el efecto hiperglicémico de la furosemida podría dar lugar a un aumento de los requerimientos de insulina o de hipoglicemiantes orales. La furosemida puede alterar (aumentar o disminuir) el efecto miorrelajante de los bloqueantes neuromusculares.

Interferencia con pruebas de laboratorio
No se han descrito.

SOBREDOSIS

Signos y síntomas
Las manifestaciones más factibles de una sobredosis de furosemida pueden incluir: deshidratación, hipovolemia, desbalance electrolítico, hipopotasemia, alcalosis hipoclorémica, hipotensión, falla renal aguda y arritmias cardíacas.

Tratamiento
En caso de ingestión reciente (menos de 60 minutos) practicar medidas orientadas a prevenir la absorción gastrointestinal (emesis o lavado gástrico, según la condición del paciente, más carbón activado), seguido por tratamiento sintomático y de soporte, con énfasis en la corrección del desequilibrio hidro-electrolítico, la hipotensión y las arritmias, según se requiera. La hemodiálisis es inefectiva para remover el fármaco circulante.